viernes, 7 de agosto de 2009

-> Alquimia de color, una manifestación concreta de la libertad









Emilio Juárez Sánchez
ARTISTA PLÁSTICO Y ESCULTOR


BOLETÍN DE PRENSA


ALQUIMIA DE COLOR, UNA MANIFESTACIÓN CONCRETA DE LA LIBERTAD


México, D. F., a 6 de agosto de 2009


Alquimia de Color es la más reciente exposición del pintor mexicano Emilio Juárez Sánchez. Inaugurada en la Casa de Cultura de Tlalpan, en su obra se muestran elementos de comunicación en relación con el color, la textura y la línea, con la intención de reencontrar ideas y sentimientos, sin ningún sonido, ni palabra, únicamente a través de los ojos y el corazón. La muestra de 21 cuadros se mantendrá abierta al público desde el día 6 al 21 de agosto, desde las ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde.

El artista considera la pintura como “una manifestación concreta de la libertad, en la que la única limitante es la nobleza de los materiales”. En su obra se manifiestan la sensibilidad y el conocimiento de la simbología y de los grandes mitos de la humanidad. Para Emilio Juárez, la pintura permite una contemplación analítica que genera emoción y considera su trabajo como una realización sincera en la que la única batalla existente es entre la idea, la razón, el sentimiento y la paleta, el bastidor y el artista.

Sus creaciones se apoyan en las bases de la Escuela Mexicana de Pintura, corriente que se definió por la fuerza del trazo, el color, la gama, los contrastes y los temas principalmente coyunturales de la época postrevolucionaria. Se relacionaba más con la defensa de la identidad. Su plástica propuso estructura y contenido donde lo importante no es lo que se pinte sino su mensaje. “En mi caso, trato de equilibrar las dos cosas, tema y estructura”, recalcó el artista.

Emilio Juárez ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas en las que sobresalen las realizadas en el Palacio de Minería. El pintor tiene preferencia por el desnudo, la figura humana, el contraste, las texturas y el gran formato. Una de sus pasiones consiste en desarrollar la pintura mural bajo perspectivas actuales.

La pintura mural alfabetizaba y ayudaba a comprender cierto momento histórico por medio de imágenes. Por eso Juárez asegura que “el muralismo no es sólo pintar indígenas o batallas, sino que debe tener una vigencia. Siqueiros, Rivera y Orozco tuvieron su momento histórico y lo aprovecharon, para mí el mejor muralista de esa generación es González Camarera; por su estructura, sus temas, su gama y no es tan ampliamente reconocido porque no participó en el movimiento político de entonces”.

“A mí me interesa lo mexicano que no sea mexicanismo. El mexicanismo, considero, son los temas de la revolución. En su momento esos temas fueron importantes y cumplieron su función en un momento histórico. Lo mexicano es una manifestación actual, vigente y cambiante, nutrida de muchos elementos, no sólo de México, sino de las culturas externas que lo enriquecen”.

Emilio Juárez Sánchez nació en San Pedro Mártir, Tlalpan, México Distrito Federal. A los 22 años se inició en las artes plásticas, en el taller del muralista mexicano Armando Gómez de Alba. Su obra posee excepcional colorido, dominio figurativo de la más variada factura, y significándose por un sentido realista manifestado con alegría al identificarse con la actual y moderna pintura mexicana.

Esta exposición desde su título, Alquimia de Color, muestra como finalidad el equilibrio que planteado por una aparente batalla entre la razón y el sentimiento; la creación absoluta, como obra de magia, muy espiritual, en concordancia con la razón y la inteligencia demostradas en el manejo de la forma, los símbolos, desde masónicos hasta mitológicos, entreverados con la gran tradición técnica heredada de la plástica mexicana.

En 1989, el artista obtuvo el segundo lugar como El Nuevo Pintor Mexicano, por la Sociedad de Arte y Cultura Novum, con representantes de Bellas Artes y la Academia de San Carlos.

En 1990 expuso en el Sanatorio Durango, de la Ciudad de México, con el grupo de pintores Arte Eterno, conformado por Telésforo Herrera, Griselda Álamo, José Torres Palomares, Makrina Krauss, Arturo Estrada, Armando Garfias, entre otros.

En 1990 comenzó su trayectoria como muralista, participando en la elaboración de la obra Galicia 35 x 4.5 metros, para el Centro Gallego de la Ciudad de México; en 1993 realiza la obra Madre Tierra de 9 x 3 metros, en Cuernavaca, Morelos. En 1995 gana el concurso para realizar un mural en la Gran Logia Valle de México, obra Fraternidad Universal con medidas 4.60 x 2.30m. En 2007 colabora en la escultura del Don Quijote de 7 metros para el edificio anexo al Hospital Español y en 2008 realiza una serie de cinco Catedrales de diversas provincias de España de 7 x 4 metros cada una, colocadas en la capilla del Hospital Español.

Ha expuesto en el Palacio de Minería, Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, en el
Teatro Bartolomé de Medina en Hidalgo, Recinto de la Reforma en Veracruz, entre otros.

Actualmente su obra de caballete se encuentra expuesta en Buschlen Mowatt Galleries en
Vancouver, Canadá, Galerías de Arte Hevart´s, Ciudad de México, Galería el Tucán, Restaurant Ruth Chis.


Pies de foto:

1.- El pintor Emilio Juárez Sánchez, nacido en San Pedro Mártir, Tlalpan.

2.- Sharon Schroeder y el pintor realizaron la inauguración de la exposición.

3.- El equilibrio, una de las 21 obras expuestas a partir de ayer y hasta el 21 de agosto.

4.- Visitantes observan las obras Palomino y Entre blanco y negro.

5.- Emilio Juárez Sánchez, seguidor de la Escuela Mexicana de Pintura.


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Contacto: Patricia Retana
Difunet
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2 comentarios:

GENOVEVA CABALLERO dijo...

La obra de Juárez es ecléctica y muy sugestiva. Vale la pena, eso sí.

Anónimo dijo...

Muy buena.