sábado, 7 de noviembre de 2009

-> 12 jóvenes artistas se gradúan del Primer Taller de Pintura Mural auspiciado por la Fundación Diego Rivera







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BOLETÍN DE PRENSA


12 JÓVENES ARTISTAS SE GRADÚAN DEL PRIMER TALLER DE PINTURA MURAL EN ÁLVARO OBREGÓN

• Muestra del alma que dejó mi padre: Guadalupe Rivera Marín
• Se comprometieron a no abandonar el hermoso andar del arte, entregando al pueblo entero la mano con pincel de manera ética


México, D. F., a 7 de noviembre de 2009


Una docena de jóvenes armados de pinceles, andamios y latas de pintura, retoman la herencia de Diego Rivera y se manifiestan resueltos a llevar la técnica “al fresco” a bardas y muros de su ambiente inmediato, a fin de recuperar el sentido social del arte y a partir de este viernes y hasta el 8 de diciembre exponen en Centro Cultural San Ángel.

Bajo los auspicios de la Fundación Diego Rivera, A. C. y de la Delegación Álvaro Obregón de la Ciudad de México, el Primer Taller de Pintura Mural dona a la sociedad esta primera generación de muralistas con esa convicción profunda, resultado de su proceso de formación, y como examen final, un mural comunitario, al aire libre, en uno de los barrios de la delegación.

“Es increíble como una obra de este tipo, colocada en un muro dentro de las comunidades más desprotegidas, puede transformar el entorno a través del arte y la cultura. Esta tradición es el alma que dejó mi padre para que su obra no perezca”, afirmó la doctora Guadalupe Rivera Marín, Presidenta de la Fundación Diego Rivera.

Al respecto el ex delegado en la demarcación, el diputado Leonel Luna Estrada, aseguró que este tipo de proyectos tiene como objetivos fundamentales promover el arte en los diferentes sectores de la delegación e involucrar a jóvenes en programas en los que se generen imágenes y paisajes diferentes dentro de las colonias de esa delegación tan llena de contrastes. “Dentro de las colonias populares, donde hace falta mucho, y sobre todo mucho color, los jóvenes que se han integrado en estos proyectos le dan un nuevo ambiente a su entorno”.

Bajo la tutoría del muralista Julio Ferrá Calzada, los jóvenes artistas transitaron por el desarrollo de sus habilidades plásticas mientras se adentraban en la historia del arte, estética, color, composición, tecnología de los materiales y otras disciplinas que les permitieron conocer y trabajar la pintura mural “al fresco”, tal como lo desarrollaron grandes maestros de la pintura universal y Diego Rivera como uno de sus más sobresalientes representantes en el muralismo mexicano. “Creo que un grafitero es un muralista en potencia y por ello habría que apoyarlo sin medida para que colaboren en hacer un mejor país para todos”.

Al término del evento Gerardo Huerta Hernández, uno de los doce pintores del Primer Taller de Pintura Mural, en representación del grupo de artistas, agradeció el apoyo de la Fundación Diego Rivera, de las autoridades de la Delegación Álvaro Obregón y, sobre todo, de sus maestros Julio Ferrá y “Berosa” –Bernardo Rodríguez Sánchez-- de quienes, dijo: “ De Ferrá, sus consejos y correcciones nos hacen tener mayor visión de lo que hacemos, y de lo que pensamos y de lo que pintamos; al maestro Berosa, quien utilizando su experiencia, nos comparte la importancia de la instrucción y la grandeza de saber”.

Por último, se comprometió, en nombre de su generación a “no abandonar el hermoso andar del arte, entregando al pueblo entero la mano con pincel de manera ética. El arte mural es la complementación de la realidad con la visión del artista; el artista intenta ser el despertador de los oídos, el destapador de los ojos, el grito de sus bocas y el sentir del corazón del pueblo…”

Al lugar acudieron entre otros Jorge Zepeda Cruz, director de Desarrollo Social en la Álvaro Obregón; Mariana Santamarina, directora del Centro Cultural San Ángel; José Luis Pérez Arredondo, delegado fiduciario del Banco de México para el Fideicomiso Diego Rivera-Frida Kahlo y de los museos Anahuacalli y Museo Frida Kahlo Casa Azul; Juan Pablo Gómez Morín Rivera, secretario de la Fundación Diego Rivera y Diego López Rivera, Coordinador de proyectos en la fundación.

Los 12 jóvenes artistas elaboraron un mural colectivo en un andador de las calles cercanas a la Estación de Autobuses Poniente, como parte de un proyecto comunitario que tiene como objetivo recuperar los espacios públicos a través de expresiones plásticas. Es necesario mencionar que durante el tiempo que duró el taller, los jóvenes acudieron puntualmente al museo Diego Rivera - Anahuacalli, a recibir las enseñanzas de Ferra Calzada y otros destacados maestros y artistas plásticos.

Cada uno de los artistas involucrados en el Primer Taller de Pintura Mural se sabe y se siente heredero de una técnica milenaria y tradicional en nuestra cultura, que ha servido de refrendo de la identidad como nación. Todos refieren inquietudes por dibujar, pintar, a abstraerse en la contemplación de su entorno desde que eran pequeños.

“Tenemos el plan de pintar todas las barrancas, todos los muros que los vecinos permitan y, como sucedió con éste, al irlo viendo y sentirse parte de algo común, ellos mismos, como ya sucedió, irán pidiendo dónde y cómo quieren ver su comunidad”, dicen los jóvenes.

Julio Ferrá no es novato en estos menesteres, pues en los talleres de la delegación Álvaro Obregón ha pintado, junto con los jóvenes, más de un centenar de escuelas. “Siempre mural”, dice. “Porque estos jóvenes darán un nuevo auge al mural, al fresco, al arte que desarrollaron nuestros grandes maestros.”

Y es que, como reflexiona Ferrá, “estos chicos traen el arte en las venas. El trabajo conjunto de la delegación y la Fundación Diego Rivera lo único que hizo fue darles un espacio, una técnica, un compromiso social y estético como legado de una tradición universal y milenaria en nuestra cultura.”

Los artistas que exponen son: Alejandro Cortés Turrubiates, Ricardo Téllez Guerrero, Miguel Jaurez Meléndez, Jesús Martínez García, Gerardo Huerta, Cristopher Trujillo, Octavio Martínez Sánchez, Gonzalo Ramírez, Iván Ramírez Sánchez, Axel Espinosa Ollín, Raúl Chávez Navarrete y Alberto Arteaga Urosa (Are-Axa). También recibieron diploma el maestro “Berosa”, Raquel Delgado, Carmen Irigoyen y Estela Domínguez como participantes en los cursos.

PIES DE FOTOS Y ENLACE

1.- Los jóvenes artistas junto a sus maestros. Detrás un homenaje colectivo al maestro Rivera, realizado con piedas.

2.- La doctora Guadalupe Rivera Marín y el maestro Julio Ferrá Calzada.

3.- Un aspecto de la concurrencia a la apertura de la exposición en el Centro Cultural San Ángel, en la delegación Álvaro Obregón.

4.- Gran concurrencia tuvo la inauguración de la muestra de los trabajos; al fondo una muestra del fresco pintado como resultado del taller.

5.- El ex delegado Leonel Luna, impulsor también del trabajo artístico en la delegación; hoy hay 35 de 70 escuelas con murales en la Álvaro Obregón.


lunes, 12 de octubre de 2009

-> Emilio Juárez expone en Arroyo durante todo octubre






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Emilio Juárez Sánchez
ARTISTA PLÁSTICO Y ESCULTOR


BOLETÍN DE PRENSA


EMILIO JUÁREZ SÁNCHEZ EXPONE EN ARROYO

• Emilio Juárez muestra el oficio del lienzo y del pincel
• Difusión de la cultura de la Delegación Tlalpan
• Restaurante Arroyo celebra el arte mexicano con muestra del pintor Emilio Juárez

México, D. F., a 12 de octubre de 2009


Durante el mes de octubre en el Restaurante Arroyo, ubicado en Insurgentes-Tlalpan al sur de la Ciudad de México, se exhibe la obra del artista mexicano Emilio Juárez Sánchez. Esta exposición corresponde a la iniciativa de Chucho Arroyo de llevar a las paredes de su establecimiento una muestra representativa del arte de cada localidad del país, en colaboración con las autoridades locales. Este mes le tocó a la delegación Tlalpan, en combinación con la delegación Xochimilco.

El sábado 3 de octubre Emilio Juárez ofreció una breve clínica de plástica para los asistentes a la inauguración de la muestra, a la que asistieron Alejandro Rojas-Díaz Durán, secretario de Turismo del Gobierno del Distrito Federal y Armando Reyes Martínez, jefe de la Unidad Departamental de Desarrollo Económico de la Delegación Tlalpan.

Ocho de los óleos de Emilio acompañarán a los comensales del restaurante, afamado no sólo por sus delicias gastronómicas sino también por formar parte del mosaico cultural de la Ciudad de México, donde se dan cita personalidades y tradiciones.

El artista, por eso, no dudó en compartir sus creaciones y agradecer la oportunidad de mostrar su obra. “Los artistas, finalmente, pintamos para que los demás sepan lo que pensamos, lo que sentimos y cómo interpretamos el mundo”, comentó Emilio Juárez.


viernes, 9 de octubre de 2009

-> La estrema fortaleza de la risa: René Avilés Fabila





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ENTREVISTA

LA EXTREMA FORTALEZA DE LA RISA: RENÉ AVILÉS FABILA

(EL EVANGELIO SEGÚN RENÉ AVILÉS FABILA)


México, D. F., a 9 de octubre de 2009


La ironía casi imperceptible (porque muchos creen todo lo que dice), fina, como sedoso pañuelo envenenado, la inquisitoria mente de un escritor —que duda, luego existe—, se develan en su rostro sonriente, cuyos ojos amables también descubren la infatigable necesidad de cuestionarlo todo, de derribarlo todo; de burlarse de las grandes entelequias humanas para reducir al hombre a eso: ser hombre y serlo con todas sus consecuencias.

Así, pluma en ristre, René Avilés Fabila escribió y nos entrega “El Evangelio según René Avilés Fabila”, para desmitificar las creencias atentatorias contra la razón, prohijadas bajo la justificación bíblica. “Somos un país, una especie, sumamente crédulo”, dice, “y me preocupa la profunda credulidad de la gente.”

Su volumen de apenas 151 páginas, por su carácter herético, estaba condenado a no ver la luz jamás —al fin hijo de las tinieblas— porque ni siquiera la editorial Nueva Imagen, casa editora que alberga la obra completa del escritor, mostró interés para publicarla. “Quizá por fundado temor a la Inquisición”.

Según René Avilés Fabila, este recientemente publicado libro “El Evangelio según René Avilés Fabila” ya tenía tres o cuatro años de terminado, cuando al fin Plan C Editores decidió mandarlo a la imprenta con una edición de 1,000 ejemplares, misma que finalmente llegó a los lectores a partir de este octubre.

Avilés Fabila, príncipe de la ironía, señor del sarcasmo y padre de la sorna, cree firmemente que a las creencias no hay que tomarlas tan en serio, sino abordarlas con la extrema fortaleza de la risa porque es propio de la razón humana inquirir, preguntar, y que el conocer las incongruencias sólo puede manifestarse con buen humor, para no descender al pantano de la desesperación ante la evidente falta de virtudes humanas. Y en ese tenor, anti solemne, carente de afectación, aborda esas inquietudes, con risa, con humor en el conjunto de ensayos que constituyen las páginas de “El Evangelio según René Avilés Fabila.”

— ¿Por qué un texto sobre La Biblia de alguien que se afirma a sí mismo como no-creyente, pero que al final confiesa haber cumplido con todas las regulaciones clericales para ser miembro de la grey?

“Es parte de la broma, yo la verdad estoy absolutamente convencido de que no soy una persona creyente, aunque fui educado en el catolicismo. Cuando yo era niño no había televisión, uno leía mucho o le leían, se vivía en un medio ambiente con muchos libros. Mis abuelos eran muy católicos y La Biblia era de uso común; con ellos y por costumbre yo mismo fui leyendo La Biblia; luego alguna bruja media monja que me preparó para la primera comunión me siguió explicando sus contenidos y finalmente la leí completa.

“Luego se me olvidó. Nunca la tomé muy en serio. Ya desde entonces me parecía fantástica e improbable. A los 15 o 16 años me di cuenta definitiva de que yo estaba absolutamente incapacitado para creer en alguna deidad. Me era imposible imaginar y creer. Batallé un poco con estos pensamientos, pero sucedió porque el medio que me rodeaba era católico: iban a misa, comulgaban el 1º de cada mes, se confesaban; todo este número que no sé si siga siendo usual, pero entonces yo lo hacía por imitación. De pronto desistí, me dije, me estoy haciendo tonto. No obstante, nunca me molesté con nadie porque si creyera. Yo espero que los demás no se molesten conmigo porque yo no tengo esa posibilidad.

Sentado en la Biblioteca Rubén Bonifaz Nuño de la Fundación que lleva su nombre, René Avilés Fabila continúa:

“Cuando empecé a escribir, las cosas que se me venían a la mente tenían que ver con La Biblia y con la mitología griega, ahí las cito a ambas, porque son libros que leí de muy pequeño, mi mamá me dio a leer La Ilíada y La Odisea y otros muy pronto, de tal manera que me familiaricé con todo eso e influyó en mi modo de escribir. Y considerando que durante muchos siglos la mitología griega fue una religión, pues cruzar las referencias entre mitología griega y la religión que La Biblia tutela, fue natural en mí. Cuando comencé a escribir empecé con ese tipo de texto fantasioso. Entonces siempre que escribía me aparecían referencias a La Biblia o la mitología.

“De hecho me di cuenta que muchos de mis cuentos tenían tema bíblico, los reuní y casi sale un volumen. Pero de pronto ahí se mantiene la preocupación, porque vi a la religión católica como muy grande, tremendamente ampulosa, exageradamente arrogante, desmesuradamente dramática: con esos cristos llenos de sangre, todo ese sufrimiento, todo eso que exhibe y no va conmigo, se aparecía en mis cuentos y se sigue apareciendo constantemente. Y aún después de escribir el “Evangelio…”, en los últimos meses han vuelto aparecer los temas religiosos, ahora viendo a ciertos santos que me parecen verdaderos criminales, por ejemplo san Miguel y san Jorge, éste último que mataba dragones, siendo como soy de la sociedad protectora de animales, no puedo menos sino indignarme y levantar mi dedo flamígero contra esa devastación en contra de una especie.

Con su clásico humor, alimentado por la ironía constante, advierte:

“Ahora ya no hay dragones. Todo por san Jorge. Si nos atenemos a toda la imaginería cristiana, uno ve que los dragones eran muy pequeñitos, parecían como perros grandes, me parece que un caballero armado con lanza, espada y escudo abusara del pobre dragón. San Dragón, debería ser, porque es el verdadero mártir. Por eso me puse a estudiar la iconografía de artistas como Miguel Ángel, Rafael, Paolo Uccelo y otros, con tema de ángeles, o los santos venerados, para darme cuenta de sus crímenes contra la civilización.

“Bueno, lo real es que los temas bíblicos, mitológicos y religiosos están como muy presentes en mi trabajo y tengo la idea de que todas mis lecturas iniciales las conservo más frescas, porque hay autores que he leído más recientemente y sólo me dejaron recuerdos muy vagos.”.

— ¿La sola inquietud sobre la religión no es parte de cierta fe? ¿No existe una posibilidad para Avilés Fabila de que haya Dios, pero de un modo que La Biblia u otros textos religiosos no capturan o no revelan?

“Por si las dudas yo ya cumplí con todos los requisitos y tengo mis papeles en orden. (Claro que es una broma, algo humorístico, como todo el texto y su contexto). Mi papá tampoco era creyente, aunque no me eduqué con él. Mi papá alardeaba un poco de su ateísmo. Y decía frecuentemente una frase que yo he adoptado: ‘Si hay un Dios, que me juzgue por mis acciones, por mis actos”.

"Porque con la lectura de La Biblia parecería que si uno no roba, no mata o no miente, pues no tiene acceso a ese lugar hermosísimo y aburridísimo que debe ser el Paraíso, además hay cosas en los mandamientos que son imposibles de llevar a cabo, por ejemplo, ni más ni menos que no desear la mujer del prójimo, porque estoy convencido de que uno pasa su vida deseando la mujer de su prójimo, aunque nunca lo diga en voz alta, máxime si es guapa, claro que si está horrenda ¡uno respeta la mujer del prójimo!, porque los prójimos y la prójimas suelen ser muy deseables.

“Por eso me acerqué a los evangelios apócrifos, por eso me gustaron más, porque son más humanos; quise saber por qué no eran aceptados, por qué eran rechazados. En ellos encontré que los santos, la virgen, todos ellos eran como de carne y hueso. También me topé en ellos — como Saramago— con un Jesucristo más humano, con dudas, con temores, con tentaciones; hay que ver quién sabe cómo estaría la Magdalena y cómo libró la tentación. Los apócrifos son voluminosos, son más extensos que la misma Biblia”.

— ¿De existir un Dios, aunque fuera creado al revés, por el hombre, ese dios cómo sería para René Avilés Fabila?

“Yo pensado más en Zeus, por ejemplo, como una deidad más cercana al ser humano, se mezcla más con los mortales, tiene afectos, predilecciones, cólera, afecciones; como es el ser humano, completo, cabal. El ser humano como lo ve La Biblia, no existe. Además La Biblia es un libro terrible, lleno de muertos, masacres, adulterios, nada más Sansón hizo una matachina de filisteos más grande que el holocausto judío. Israel debería ser juzgada por haber cometido un genocidio filisteo, desde tiempos anteriores a La Biblia (ya no queda ni un filisteo); pero a lo mejor por eso se ensañaron con Jesucristo, porque en lo apócrifos hay evidencia de que es probable que Jesús fuera filisteo, no judío… pero no quiero ser acusado de anti sionista o nazi, sino nomás como un expositor que revisa evidencias encontradas en documentos históricos que me causan asombro y mayor curiosidad acerca de las creencias.”

— ¿Entonces no cree ni siquiera en una inteligencia rectora de toda la creación, no le parece que puede ser?

“Eso me dicen muchos, pero la duda acerca de ello me ha causado muchos problemas, porque cuando expreso estas dudas la gente se molesta mucho, por ejemplo, cuando era joven, tuve una novia muy guapa que me daba muchos regalos y cuando la mande a leer a Oparin, el texto sobre el origen de la vida, se lo contó a una monja quien le dijo que yo no le convenía y la miserable me abandono.

“A lo largo de millones y millones de años se fueron creando las condiciones necesarias para que apareciera la vida, me parece más razonable. Eso es lo que se me hace mucho más explicable, que imaginar a un Dios aburridísimo, que vivía en un caos desordenado horrible y que de pronto se le ocurra: “hoy voy a separar las aguas de la tierra”… ¡y además lo hace hablando! No, no me cabe en la cabeza. Cuando volví a releer La Biblia se me hizo muy tediosa (quizá porque la saqué del cajón de un buró de un hotel gringo), salvo algunas partes conmovedoras, poéticas, hermosísimas, pero para mí son eso: bellas piezas literarias y nada más.

“El hecho es que me parece imposible que de pronto un señor Todopoderoso, que vivía en un lugar verdaderamente horroroso, que intempestivamente empieza a crear y descansa un día, además lo hace hablando, como dijimos. ¿En qué idioma habla Dios, de qué nacionalidad es? Todo ese mundo se me presentó en algún momento, dejé de discutirlo con mis amiguitos y mis familiares, simplemente escribo con cierto sentido del humor que a mí me parecen mucho más razonables. Y para escribir este libro, busqué muchas versiones de La Biblia, y todas las citas que hago son verdaderas, aunque en otros de mis libros las citas son falsas (idea que le robé a Borges)”.

— ¿No le parece entonces muy recurrente e igualmente inexplicable la necesidad humana de tener dioses?

“Hay dos cosas inherentes a la humanidad: el arte y la religión. Primero la religión como una explicación ante lo inexplicable: el rayo, la lluvia, y todo lo inmanejable para la pequeñez del hombre. Y luego, quizá la música y la danza para clamar a esas fuerzas y volverse interlocutor de ellas.

“Hay una diferencia abismal, entre el cristianismo cuando era una pasión, como dice Borges, en el que se convirtió al hacerse un poder y haber cometido toda clase de crímenes escudado bajo la tutela de un Dios imposible y una Biblia que no se practica.

“Tendría yo como 10 o 12 años cuando entré a la sacristía de una iglesia de mi barrio por Villa de Cortés, para decirle algo al padre Gabriel —lo recuerdo muy bien, que no era mal parecido— y me lo hallé besuqueándose con una vecina. Ese fue mi primer encuentro con la incongruencia. Me dijo: ‘la carne’, vi a la muchacha y dije: ‘Sí, es cierto, tiene razón’. Y más de alguno me hizo proposiciones más allá de lo prudente y lo aceptable que, afortunadamente, no acepté, para seguir viviendo y morir ‘machín’.

— ¿Por qué la persistencia en ser provocativo?

“Es de nacimiento, nunca pude ser de otra manera. Por eso cuando estudie relaciones internacionales — en algo tenía que hacerle caso a mi mamá— me pareció una profesión detestable, por eso la literatura, ser maestro, me permitió la libertad del pensamiento y de cátedra; me gusta ser provocador, ironizar. Siendo comunista, me burlé del comunismo; habiendo nacido católico, me burlé del catolicismo. El sentido del humor salva. Qué hace uno cuando se derrumba todo en lo que creía: explicarlo todo con sentido del humor. Eso me salvó la vida, no tengo crisis, no tengo depresiones; estoy donde debo estar. La burla, finalmente, me lleva a la reflexión sobre mis creencias más férreas.”

“Confío en la suprema fortaleza de la risa”.

Genoveva Caballero/ DIFUNET

ESTA ENTREVISTA PUEDE REPRODUCIRSE SIN NINGUNA RESTRICCIÓN

PIES DE FOTO Y FOTOS

1.- “Confío en la suprema fortaleza de la risa”, afirma René Avilés Fabila.

2.- A los 10 o 12 años comenzó a descreer en la religión católica por un sacerdote besucón.

3.- Cuando se derrumba todo en lo que se cree, lo mejor es explicarlo todo con humor, afirma el escritor y periodista.

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domingo, 4 de octubre de 2009

-> Presentaron El Evangelio Según René Avilés Fabila, una exploración lógica y crítica de La Biblia







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BOLETÍN DE PRENSA

PRESENTARON EL EVANGELIO SEGÚN RENÉ AVILÉS FABILA, UNA EXPLORACIÓN LÓGICA Y CRÍTICA DE LA BIBLIA


“Si hay cielo, si hay que ir al Paraíso, ¡yo
tendré necesariamente que estar ahí!: No he
robado, no he matado, no he engañado a nadie…
sólo fallé un poco en aquello de ‘no desarás
la mujer de tu prójimo’, por todo lo demás,
cumplo con todos los requisitos!”.

René Avilés Fabila


Bajo los auspicios del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de las Bellas Artes, los escritores Bernardo Ruiz, Óscar de la Borbolla e Ignacio Trejo Fuentes acompañaron en el presídium de la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Artes a René Avilés Fabila para presentar el libro “El evangelio según René Avilés Fabila”, editado bajo el sello de Plan C editores.

En una sala abarrotada, Óscar de la Borbolla, dijo que el libro de René Avilés Fabila puede servir para hacer una relectura de la Biblia y de los evangelios y, así, la gente se dedique a pensar. Dijo, entre otras cosas que: “Hay libros que no se leen o si se hace, se coloca frente a ellos un prejuicio tan grande que impide leer lo que realmente dicen, unos son sagrados y otros —como El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha— son sacralizados. Entre los primeros están la Biblia, el Talmud, el Corán… y, alguna vez y para alguna gente, debió de haber estado el Popol Vuh (…) ¿Quién sería capaz de criticarlos?, ¿quién se atrevería a decir que alguno de ellos se le cae de las manos?”.

“René Avilés Fabila se ha atrevido para darnos —como Dios manda—, es decir como manda el sentido común a leer la Biblia y a ofrecernos las conclusiones (…) A mi juicio no se trata de un libro que necesariamente la desacralice, porque ¿quién ha dicho que un best-seller, como lo es la Biblia, que vende desde hace muchísimos años millones de ejemplares, deba ser tratado como objeto de culto: no lo hacen sus editores, ni sus compradores. Los editores tratan de cubrir el mercado y de ahí que haya ediciones de lujo, rústicas, ediciones abreviadas, simplificadas, ediciones con monitos y todas las variables imaginables a fin de sacarle, económicamente, todo el jugo posible”.

“Los compradores —agregó—, además de tratarla como adorno, como un pisapapeles que como un objeto que dejan que se ¿lo habrán leído alguna vez? Y, en el caso de haberlo hecho ¿lo leyeron durante horas, bostezando, o sin bostezar?, ¿en qué circunstancias lo leyeron?, ¿se habrán quedado dormidos a la mitad de la lectura o no? (…). El libro de René, lejos de desacralizar, es un libro moralizante y piadoso (…). El libro está escrito con una prosa clara, amena, con destellos de humorismo.”

Por ese tenor siguió para explicar que el texto de René es un todo orgánico que plantea al lector una exploración lógica, crítica de la Biblia y la necesidad de utilizar la inteligencia para hacerse una serie de interrogantes respecto a constatar la veracidad de la existencia de Dios y algunas otras verdades —tomadas como incuestionables— que el catolicismo y el cristianismo han sostenido a lo largo de la historia.

Ignacio Trejo Fuentes, ex alumno del escritor, se dedicó a narrar anécdotas de cómo es René Avilés Fabila como profesor y de algunas correrías de ellos, durante sus años mozos —con otros hoy sobresalientes intelectuales— por Europa. Respecto al libro, dijo que el texto es uno de los mejores del autor, en cuya extensa obra hay ensayo, novela y cuento, porque es “crítico, rudo e irreverente”, además de resaltar el agudísimo sentido del humor con que Avilés Fabila plantea sus dudas y resquemores respecto a la Biblia y sus verdades.

Bernardo Ruiz —editor del volumen y moderador de la mesa— aludió al texto como sumamente original, muy completo. “Creo que el libro tiene pocas fallas, el cuidado de la edición estuvo bajo Rosario Casco —esposa del autor— y del mismo René”, dijo antes de presentar al escritor.

René Avilés Fabila, al tomar la palabra, volvió a hacer gala de su sentido del humor arrancando las carcajadas francas del auditorio, para decir que, tras haber sido exhibido en anécdotas bohemias por Nacho Trejo, no le quedará más remedio que contarlas todas y contarlas bien.

Después se refirió al continuo asalto de los temas bíblicos en sus obras y, sobre todo, a darse cuenta como en su literatura siempre surgen las grandes dudas e interrogantes que le planteó la lectura de la Biblia y la mitología durante su niñez, la primera y principal fue la imposibilidad de la existencia de Dios.

Habló respecto a que durante su niñez y adolescencia le surgieron dilemas como el por qué no existen —del mismo modo— los dragones, los pegasos o los unicornios y las quimeras y como le contestaran que esas criaturas no eran reales, sino producto de la imaginación de algún escritor —pero Dios no—, entonces fue cuando se puso a buscar explicaciones para eso que consideraba, desde aquellos momentos como un absurdo, y es así como esos temas —de carácter fantástico— poblaron la escritura que ha desarrollado a lo largo de su carrera.

Resaltó que este texto es el resultado de esas preguntas y que correspondía a la necesidad de escribir un evangelio “como Dios manda”, y, por eso, (con todo el sentido del humor de que es capaz), presento su versión, como si el mismo Dios se la hubiera pedido “porque esos profetas y santos escriben muy mal.”


PIES DE FOTO Y FOTOS

1.- René Avilés Fabila, el autor.

2.- Óscar de la Borbolla leía sus apuntes, con René Avilés Fabila e Ignacio Trejo muy atentos.

3.- Bernardo Ruiz, editor, Ignacio Trejo Fuentes, René Avilés Fabila y Óscar de la Borbolla, tras la presentación.

4.- Aspecto general de la Sala Manuel M. Ponce, de Bellas Artes.

5.- Rosario Casco, Jorge Ruiz Dueñas, Roberto Bravo y Carlos Bracho, durante la presentación.

6.- Avilés Fabila y una lectora, finalizar, durante la firma de libros.

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Contacto: Patricia Retana
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martes, 8 de septiembre de 2009

-> Alquimia del Color continúa hasta el lunes 14 en la Casa de Cultura de Tlalpan






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Emilio Juárez Sánchez
ARTISTA PLÁSTICO Y ESCULTOR


BOLETÍN DE PRENSA


“ALQUIMIA DEL COLOR” CONTINÚA EN LA CASA DE LA CULTURA DE TLALPAN


México, D. F., a 9 de septiembre de 2009


La muestra “Alquimia del Color” del artista tlalpense Emilio Juárez se expondrá todavía hasta el día 14 de septiembre en la Casa de la Cultura de Tlalpan y, en lo sucesivo, proseguirá con su itinerario a través de varias ciudades del país.

Esta exposición consta de 21 de las obras del pintor oriundo de esa Delegación Política, pues fue en el taller de Armando Gómez de Alba, artista también de esa localidad y formador de jóvenes pintores durante la década pasada, en el que Juárez abordó de lleno las tareas del lienzo y el pincel.

Su obra, primordialmente figurativa, posee elementos del simbolismo universal del que Carl Jung ya había descrito como arquetípico a lo largo de la historia de la cultura y que aparecen recurrentemente en el arte universal. Así, quimeras y péndulos; torres, cadenas, soles, caracoles, lunas, fuego, aves, lanzas; todos ellos inmersos en un juego de pinceladas y composiciones hipnóticas, atrayentes; herméticas, las otras.

Hay que pararse frente al enorme lienzo que da nombre a la exposición y ver enfrentadas a la razón y a la fe; al sentimiento y al pensamiento; a esa dicotomía que en color y símbolos el autor plasma en gran formato y un colorido que reclama todo el peso visual de la obra.

Este tipo de iconografía de Emilio Juárez convive sin pudor con bodegones y lienzos en los que la inquietud por la justicia, la igualdad, el conocimiento se acercan a gigantes de los que Juárez es legatario: Rivera-Orozco-Siqueiros, pero con un tratamiento plástico más unido a la Escuela de la Ruptura –si puede llamarse “escuela”--. Con todas estas inquietudes, legados y trazos plasmados en los lienzos, el trabajo de Emilio Juárez aún podrá disfrutarse hasta el día previo a nuestra celebración de El Grito de Independencia.

Hermético, como parte de su creación, Juárez ha expuesto en galerías de Canadá y Estados Unidos y ha cumplido con encargos de obra monumental –tanto de pintura como escultura-- que reside en el Hospital Español, el Centro Gallego y en una importante logia masónica de la Ciudad de México, aunque la mayor parte de su prolífica producción reside en colecciones privadas. El acceso a su catálogo está asequible al solicitarlo con una breve descripción de su trayectoria.

ENLACES A FOTOS Y PIES

1.-
El trabajo de Emilio Juárez aún podrá disfrutarse hasta el próximo lunes 14 en la Casa de Cultura de Tlalpan.

2.- Ave Fénix, una de la pinturas en exhibición en Tlalpan.

3.- Día de muertos, obra no menos esplendorosa, que retrata el arte de Emilio Juárez Sánchez.

4.- Hermoso bodegón, donde el artista manifiesta su enorme gusto por el color.


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Contacto: Patricia Retana
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lunes, 7 de septiembre de 2009

-> La colección Poliedro de El Búho recorrerá el Poli









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COMUNICADO DE PRENSA


LA COLECCIÓN POLI
EDRO DE “EL BÚHO” RECORRERÁ EL POLI

México, D. F., a 7 de septiembre de 2009


Al lanzamiento de la coedición entre la Fundación René Avilés Fabila y el Instituto Politécnico Nacional, de la Colección Poliedro de El Búho, este viernes 4 en las instalaciones del UPDCE (Unidad Politécnica para el Desarrollo y la Competitividad Empresarial), varios de los autores hicieron acto de presencia y se alegraron de que sus libros estuvieran disponibles para ser leídos por la juventud politécnica y el público general en una edición bien cuidada, visualmente atractiva y a un costo mínimo.

Según René Avilés Fabila, auspiciador del lanzamiento: “ante la crisis, estas colaboraciones, entre instituciones educativas y la Fundación, son una manera de seguir editando y de que los libros puedan llegar a las manos de cualquier persona”.

El Politécnico, en su ya tradicional tarea de discreta pero profunda difusión de la literatura contemporánea, contaba ya en su acervo con dos libros de autores que han publicado bajo la firma de “El Búho”, el mismo René Avilés Fabila y Roberto López Moreno, no obstante, el tiraje de 25 títulos de diversos autores, de géneros que van del ensayo a la narrativa y la poesía, se convierte en la primera ocasión en la que una institución de educación pública y una fundación privada para el fomento de la cultura colaboran para darle vida a la difusión de la literatura contemporánea.

En el auditorio de la mencionada UPDCE, René Avilés Fabila presentó a autores como Dionicio Morales, Maria Luisa La China Mendoza, Raúl Cremoux, Jorge Ruiz Dueñas, Roberto Bañuelas, Esther Charabati, Héctor Anaya, Roberto López Moreno y con su acostumbrado buen humor expresó que cada uno de estos autores son representativos de una literatura que no tiene por qué ser la de siempre.

De esta colección y de su edición que abarca cuento, novela, ensayo y poesía, al salir a la luz, dijo, "es una demostración de que sí hay lectores. Lo que pasa es que las editoriales hacen libros muy caros, por lo tanto inaccesibles”.

Además, anunció que la Fundación y el Poli harán esta colección trashumante a través de varios campus de las escuelas del IPN, y en cada visita, un autor y un libro se presentarán en cada uno de los planteles “para darle mayor difusión a estos escritores que son verdaderamente importantes”.

La China Mendoza apoyó el trabajo de la editora, Rosario Casco Montoya, quien estuvo al cuidado de la colección y dijo que los libros, con una obra de arte en la portada, hizo que la colección sea “muy bonita”.

Al respecto René Avilés Fabila comentó que la Fundación está vinculando el quehacer artístico, pues cada libro tiene en la portada un grabado de la obra de un artista plástico. “Estamos haciendo un trabajo que realmente demuestra tener éxito”, aseguró.

Respecto al proyecto del “Museo del Escritor”, Avilés Fabila dijo que continúa con el entusiasmo necesario para solidificar ese proyecto, pues al presentar en “El Reloj” de Polanco una pequeña muestra de algunos ejemplares de primeras obras, máquinas de escribir, fotografías firmadas por los autores y objetos que han acompañado a los escritores, durante sólo 15 días demostró el interés que tiene el público en acercarse al mundo de los escritores y que éste, se le ensanche: “no tienen por qué ser siempre los mismos. Es increíble que no haya un lugar oficial para el Museo del Escritor" y criticó que "cómo las autoridades capitalinas pueden estar aterrizando el museo del mariachi, del tequila y otros etcéteras. Creo que hemos perdido la proporción”.

Los títulos que estarán a disposición del público, bajo el sello conjunto del IPN y de la Fundación, a media carta, con una tipografía legible tendrán un costo al público que fluctuará, según el título, entre los 37 y los 130 pesos.

Por su parte Esther Charabati, autora de Rasgando el tiempo, explicó que esta oportunidad de volver a editar su libro la alegra y pone a disposición del lector su inquietud acerca de la errancia, el exilio, la discriminación, temas que trata en su libro a través de la historia judía que, al decir de Charabati: “¿quiénes más expertos en exilios, éxodos y errancias que el pueblo judío?”.

Roberto Bañuelas (Memorial de poetas entre lobos), también mostró grata satisfacción al pertenecer a los autores cuya obra está en esta decorosa y digna edición popular y dijo que: “ensayar sobre el arte, compartir lo que la sociedad me ha dado y todo lo que formó por medio de la escritura es una forma de demostrar gratitud hacia esa sociedad”.

Siempre lúdico, Dionicio Morales, autor del libro de ensayos Conjuros y divagaciones II dijo que la publicación de sus obras es un deleite y, además, añadió: “escribo de libros que me interesan, de libros –y obras-- que valen la pena, lo que no vale la pena, simplemente lo desecho, aunque me rueguen que los dictamine o reseñe.”

Héctor Anaya, autor de la novela amorosa, El sentido del amor, que ve nuevamente la luz en esta edición, dijo que su libro trata del amor, sobre el sustrato de los aconteceres que marcaron la realidad del 68, pero que, “a pesar de los avatares del personaje central, el amor sigue siendo el mismo, porque el amor es eterno, lo que cambia --o hay que cambiar—es de amante”.

Roberto López Moreno, quien sirvió de enlace para la vinculación Poli- Fundación René Avilés Fabila, para cristalizar el proyecto y autor del Libro VI. La Construcción de la Rosa, se mostró entusiasmado ante la acogida que los jóvenes tuvieron para la colección cuando José Enrique Villa Rivera y la directora de la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM) Lorena Salazar, hicieron el acercamiento a este logro de las dos iniciativas para la difusión y promoción del a literatura.

PIES DE FOTO Y ENLACES (DARLES CLICK)

1.- Héctor Anaya, Esther Charabati, René Avilés Fabila, Jorge Ruiz Dueñas, Raúl Cremoux, Roberto Bañuelas, Dionicio Morales, Roberto López Moreno y María Luisa La China Mendoza.

2.- René Avilés Fabila anunció que la colección Poliedro de El Búho va a ser itinerante por todos los planteles politécnicos.

3.- Roberto Bravo mira los títulos de la colección en la cual está incluida una de sus obras: El infierno es un horizonte abierto.

4.- María Luisa “La China” Mendoza hace una crítica de la sociedad mexicana y de las peculiaridades de nuestro modo de ser en ¡Oiga usted!

5.- Raúl Cremoux, René Avilés Fabila, Jorge Ruiz Dueñas, Roberto Bravo y Roberto Bañuelas posan con sus obras.

6.- Responsable de la edición fue Rosario Casco Montoya, también vicepresidenta de la Fundación René Avilés Fabila.

7.- Aspecto general de la FIL Politécnica.

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martes, 25 de agosto de 2009

-> Alquimia del Color, de Emilio Juárez Sánchez, sigue hasta el 14 de septiembre en la Casa de Cultura Tlalpan




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Emilio Juárez Sánchez
ARTISTA PLÁSTICO Y ESCULTOR


BOLETÍN DE PRENSA


ALQUIMIA DE COLOR, DE EMILIO JUÁREZ SÁNCHEZ SIGUE HASTA EL 14 DE SEPTIEMBRE EN LA CASA DE LA CULTIURA DE TLALPAN


México, D. F., a 24 de agosto de 2009


Emilio Juárez es un artista disciplinado, desertor de la Academia de San Carlos y de la Escuela Nacional de Pintura y Escultura La Esmeralda, amante devoto de todas las influencias plásticas de nuestro país, itinerante entre estilos y técnicas, su trabajo tenaz redunda en un conocimiento del color, la composición, la textura el equilibrio de la forma y la audacia de los temas.

“He sido disciplinado para dibujar desde la mañana hasta el anochecer y continuar aún por las madrugadas, pero no he resguardado bocetos de los primeros tiempos de los 20 años que tengo de dibujar y pintar, así que mi trabajo consiste en lo que estoy haciendo hoy”, explica.

La muestra se mantendrá abierta hasta la primera quincena de septiembre, gracias a la acogida que le ha dado el público asistente a las inmediaciones del Bosque de Tlalpan, repentinamente atraído y atrapado por la belleza de la portada de la Casa de la Cultura. El visitante a la muestra al ingresar contempla con curiosidad y deleite la obra del pintor.

La misma Casa de la Cultura es ya una obra de arte atrayente en virtud de su portada que fue de la antigua Casa de las Bombas de la colonia Condesa, construida allá por el arquitecto Alberto J. Pani a principios del siglo XX y que se integró al paisaje de Tlalpan gracias a los oficios del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez en 1988.

Los espectadores, pues, caen atrapados como mariposas al interior de la Casa de la Cultura para ser gratamente sorprendidos por la exposición “Alquimia del Color” de Emilio Juárez, quien dice haber empezado tarde a pintar, tras abandonar sus estudios de medicina. “Como resultado, el estudio de la anatomía es una continua búsqueda en mis bocetos y cuadros”.

La evolución de la obra del artista deviene en un manejo del color y de la figura que salta de lo telúrico a lo etéreo; de lo conceptual a lo simbólico. Su obra, exuberante, plena de símbolos y con un osado uso de la paleta no marca una tendencia específica, porque asegura el pintor: “Yo no creo que en la pintura de, por ejemplo, exclusivamente paisajes, marinas o bodegones, sino en insistencia del dominio de la línea, la figura y el color, que mezcla todas las referencias con las que el artista desea comunicarse con sus interlocutores. La obra, al fin, queda para ser leída o interpretada por el espectador que en la contemplación culmina la tarea creativa”.

Hijo de un maestro rural y una ama de casa, Emilio Juárez descubre su pasión por el arte desde temprana edad, pero no es sino hasta los 20 años que se empeña en el dibujo y la pintura e ingresa a La Esmeralda, pero la abandona al no querer constreñirse al academicismo. De igual manera acude a la Academia de San Carlos y aunque ensaya algunos bocetos siguiendo los lineamientos de los mentores, también huye para concentrarse en su propia búsqueda plástica.

Absolutamente convencido que era el arte su única tarea vital, al principio de su trayectoria comenzó a sobrevivir gracias a la elaboración de bastidores, pinceles y hasta pigmentos que en su propia casa manufacturaba para satisfacer su necesidad creativa y que también fueron teniendo demanda entre algunos de sus colegas. Casado con Florencia Chávez, quien fuera su modelo en los inicios de su carrera, el artista es padre de un hijo de 18 años, estudiante de música en el Centro de las Artes de Conaculta. “Mi esposa siempre ha sido paciente con mi proceso de pintar y desde que mis cuadros han sido del agrado de algunos coleccionistas o he ganado concursos para proyectos de gran formato, puede decirse que vivo exclusivamente de mi arte, aunque no soy cercano a ningún grupo de élite”, consigna el artista.

Aunque se niega a inscribir su obra dentro de alguna corriente, no puede disentir de la influencia que la Escuela Mexicana de Pintura le inspiró y, con modestia, sólo explica que su admiración y respeto por maestros que abrevaron de ella de manera más cercana, y a su vez lo influyeron de manera definitiva, como el maestro Raúl Anguiano, a quien pudo conocer de cerca y estudiar su obra.

La exposición “Alquimia del Color” que hoy se exhibe en la Casa de la Cultura de Tlalpan, contempla 21 obras de mediano y gran formato. Las obras tienen como línea narrativa la dialéctica entre la razón y el sentimiento; entre el racionalismo y la intuición; entre el símbolo y la concreción de la figura y las abstracciones que de ambas consiguen el equilibrio entre ellas y no una pugna”. Esta muestra apenas representativa de la incontable obra del artista estará abierta al público hasta el domingo 14 de septiembre.